domingo, 10 de enero de 2010

Pirca


Mi vida, que solo era un paso tras otro en un camino inventado, hoy me pone en frente un cartel en forma de flecha, indicando un nuevo sendero, de subidas y bajadas, de objetos que evadir y de obstáculos que superar. Dios ha puesto pircas en mi camino, en forma de objetivos, y para guiarme en el sendero de la buena vida. Solo se trata de seguir las pistas una por una, y llegar a cada una de ellas, resultará un objetivo cumplido, hasta llegar a la última pirca y sentir que has cumplido todos tus objetivos en la vida. Tu vida, en la montaña. Habrá arroyos que cruzar, habrá piedras que parecen firmes y nos apoyamos en ellas con mucha confianza, pero nos encontraremos en medio de un gran engaño, y nos veremos a punto de caer. Caeremos, o no, dependiendo de la voluntad y la fuerza que le pongamos a la situación. También habrá momentos en los cuales la niebla no nos permitirá seguir las pircas, y podremos tropezar en un sendero equivocado, por lo que deberemos volver atrás, y buscar nuevamente nuestro camino. O quizás, también, nuestra mochila se vuelva cada vez más pesada, y ya no haya nada que nos quite de encima ese peso, y tendremos ganas de dejarlo todo, nos lanzamos de una zambullida al suelo, y dejaremos nuestra mochila sobre la tierra. Pero no me rendiré, al menos yo. Las ganas de llegar al final se vuelven más poderosas, y con mi mochila volveré a caminar. Hay momentos en los cuales deberás de cargar el peso de tus pares, como también alguna vez, alguien debió sostener tu gran mochila.
Pero lo importante es mirar al cielo, y seguir las pircas de Dios, que son las únicas que te guían por el verdadero camino de la felicidad.

Dreadlock.