martes, 10 de abril de 2012

Sos tu alma.

No conocía la existencia sin esperanza. No la imaginaba sin toda su extensión. Creía que si faltaba una parte de ella, faltaría por completo. Esta escasez de esperanza acecha.
Mi grano de arena cambiaría al mundo, pero el mundo son todos y con esa porción no logré cambiarme a mí siquiera. No logré llegar a ser lo que quisiera ser. Será otro posible tan difícil, al saber que la vida es pura lección y puro cambio uno tras otro.
Mi mundo ya no es el tuyo. Lo admito. Mi mundo es solo mío, es mi vida y no la tuya. Pero vivimos en el mismo lugar, con todo lo que vos también ves.
Hoy invento en cada acto un cielo nuevo. Es que son tantas estrellas que se observan a tan insólito infinito que cada uno elije las luces que desea tener en el cielo de su propio mundo, y otras son inadvertidas, como si no estuvieran ahí. Jamás podré hacerte ver el hermoso techo que ilumina mi vida, porque vos tendrás el tuyo. Solo espero que no prefieras que tu cielo oscurezca tu creación por falta de un sol.
Sonrisa de Dios. Utiliza tu vida, vívela para crear ese paraíso perfecto. Construye tu hogar, donde tu alma se echará a descansar, donde morirás tu muerte, un lugar que solo vos adoptes. Algo fuera de lo impuesto por la vida. Si algún día te preguntaste por qué tu vida no es lo que deseas, debo confesarte que siento lo mismo, y no hablo de destino ni futuro escrito. Creo ver algo arbitrario. Mi mundo es el tuyo, pero ninguno de los dos lo decidimos y no hay fundamento.
No hay otra opción que aprovechar para actuar con nuestra propia filosofía, nuestra propia moral, para poder crear dentro nuestro y de nuestra alma, el lugar perfecto donde viviremos la muerte.
Te sentís muerto en vida, pero no lo debes permitir. Vive tu propia muerte, ya que esta vida no es más que una hermosa y por momentos horrenda muerte lenta. Elije las estrellas que te acompañarán, las que querés para seguir admirando en otro lugar. Sos vos el que decide lo que quiere para su muerte. Sos vos el que escogerá lo que desea sentir en el momento de escoltar a la luz de la infinita vida de tu alma.
Sos vos el que dejará de lado este cuerpo que no es más que un engañoso trozo de materia en putrefacción hasta transformarse en insectos bajo tierra. Sos vos el que deja de lado todo sentimiento o sensación provocada por tu mente, que no es más que información y valores sin sentido que te inculcaron desde tu nacimiento que forman una moral inconsciente e impuesta obligándote a diferenciar lo bueno de lo malo. Lo que importa es el nacimiento del alma, no del cuerpo.
Dejá de manejarte como un robot por ese cuerpo, esa máquina de memoria y sensaciones irreales que solo almacena sin filtrar. Sos vos el que puede dejarse llevar por tu alma, porque solo ella, seguirá estando con vos en esa muerte y serás solo alma, serás puro.
No dejes de lado las cosas hermosas de esta vida como la alegría, la paz, y el amor, para desperdiciar tu tiempo en este plano en tristeza, guerra y odio. Ya no más. Sos tu alma.