La única defunción precoz estipulada es la de los genios que están cerca de la verdad.
Los que dedican la vida a buscar la paz, mueren en manos de la violencia.
Los únicos capaces de cambiar el mundo son los que la sociedad suele llamar “locos”.
Los que buscan vivir sirviendo a los demás, pasan sus últimos días pidiendo ayuda, pero quien no vive para servir, no sirve para vivir.
Pagarás caro por ser feliz, la envidia en este mundo siempre será más grande que tus propios logros. No tengas razón para no vivir a tu manera. Defender la libertad con la vida como escudo es morir de felicidad. No vivas de tus errores, ellos lo harán por vos. Nadie olvida tus caídas, tampoco nadie se fija en las suyas.
Alan Kasparavicius.
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