jueves, 31 de diciembre de 2009

Un brindis. Mil deseos.

Esta noche, dejemos de lado los deseos egoístas personales, y cada uno brindemos por todos, absolutamente todos con las personas que más amamos en este mundo, pero sin olvidar a todas aquellas que están pasando un mal momento y no pueden disfrutar de este año nuevo como nosotros podemos. Pensemos en la gente de la calle, que escucha solitariamente los estruendos de la medianoche, en la gente que no tendrá platos lujosos sobre sus mesas, y quizás ni siquiera tenga un trozo de pan para sus hijos. Pensemos también en la gente que va por el camino incorrecto, para que Dios los ampare de todo mal. Como también pensemos en los enfermos en los hospitales, en aquellos que quizás dejarán la vida esta noche.
Por favor, vivamos este nuevo año en paz, tranquilidad, y disfrutemos, ya que en muchos casos, muy pocas veces, la familia se siente tan unida como un día especial como este. Dejemos de lado las diferencias y asociémonos en un cálido saludo de año nuevo, donde las sonrisas y las lágrimas se unen en un mismo brindis, para despedir los momentos hermosos y las dificultades de este año que se va, para recibir con optimismo y fé, los momentos que vendrán en este 2010.

Muchas felicidades y que tengan un muy feliz 2010.

Dreadlock.

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