lunes, 25 de octubre de 2010

El bien absoluto.

Siendo fuerte uno puede vivir del bien, sin caer en las tentaciones del mal, y debe ser por esa misma razón, que además del fuerte, existe el débil.
No hay consecuencia sin su justa causa. No hay acción sin reacción, ni gesto de amor sin motivación. No existe nada sin por qué, sin complemento, ni sin su total opuesto. Dependen mutuamente para su propia existencia. No hay hombre blanco, sin hombre negro, pero ante la carencia de creación, ninguno de los dos sobrevivirá.
No habrá jamás millonario sin pobres a quienes quitarles hasta la dignidad, y sin ella ya no hay trabajo que valga del que hablar. No hay futuro que no dependa de un pasado, ni pasado que no influya el futuro. Tampoco habrá futuro sin esperanza, y debe ser por eso que muchos se pierden pensando en vivir el presente sin un trozo de esperanza sobre lo que vendrá y acaban en un pasado pisado y olvidado. No hay igualdad sin una diferencia, lo que quizás sea causa de la imposible idea de equidad. Dicen que hay dando vueltas un concepto llamado justicia que realmente se logra, pero ésta puede hacerse realidad solo luego de una previa injusticia, entonces, si el daño ya está hecho: ¿cómo esperan convencerme?
Si no fuese por el mal, no habría bien que sobreviva. Si no fuese por el amor, no existiría odio.
No hay Dios intentando solucionar el mal sin diablo acabando con el bien. Si solo germinara amor de las semillas de este mundo, sin darle un solo lugar al odio, el amor se extinguiría a sí mismo por no tener con quién contradecirse.
Es instinto humano auto trascenderse para encontrar más allá la calma en las palmas de Dios, quien bondad pura trae a este mundo, quien no le da lugar al mal en su paraíso, pero mientras nuestras almas sigan atadas a este cuerpo en este suelo, la batalla entre el cielo y el infierno seguirá en píe, y siempre buscaremos con el bien del Señor, alejarnos del mal de maligno. Si el rojo del metafórico centro de la tierra no existiese, solo estaríamos en presencia del mal alto y el mal por arte de magia desaparecería. Pero, ¿qué sería del bien sin el mal?, ¿acaso no desaparecerían juntos los dos?, ¿acaso sin el mal, todo lo que sucedería, no sería tan normal y absurdo, que buscaríamos encontrar en ello una nueva moral, dando lugar otra vez al juego entre el bien y el mal?
Lo único que queda es intentar mantenernos firmes con la mirada sobre el ejemplo de Dios, para acercarnos más a él, alejarnos de lo que nos hace mal y vivir en armonía, esperando descansar en el lugar en que la vida eterna solo se basa en el bien, y no necesita de ningún mal para subsistir.
Podemos ser pesimistas, podemos ser detallistas, podemos encontrar siempre algún defecto entre las cosas más hermosas de la vida, pero no podemos, ni podremos jamás negar la pureza y transparencia del amor del más alto. Gracias a él encontramos entre tanta basura, cosas que realmente valen la pena adorar de por vida.

Dreadlock.

1 comentario:

  1. No habrá jamás millonario sin pobres a quienes quitarles hasta la dignidad, y sin ella ya no hay trabajo que valga del que hablar.

    Te felicito amigo.

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