domingo, 2 de agosto de 2009

Más allá del mal.

Y yo solo aquí, luego de un duro momento, luego de una gran decepción. Solo, con buena gente que solo conozco de vista. Solo, con un verde naturaleza que me alimenta. Solo, con el amarillo del sol que dorado se refleja en mi piel que me anima y me levanta, que me ilumina y me hace meditar. Solo, con el rojo en mi sangre que lleva esperanza desde mis venas al centro del corazón, y lo hace funcionar, puro, con latidos de fe, amor y paz. Los niños juegan, energizados por la luz del sol, ese sol que es el mismo para todos, el único que expresa y demuestra la verdadera igualdad. Si alguien no puede llegar al sol, nadie podrá, y si a alguien este Dios ilumina, a todos por igual lo hará. Solo hay que salir a buscar todo eso que él te dá, no encerrarce entre paredes, no ocultarse en las sombras del maligno, porque aún en los días nublados él está ahí, tras los techos de tormenta, haciéndose más fuerte, para que su luz nos llegue, más allá del mal.

Dreadlock.

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