lunes, 1 de junio de 2009

Doy todo.


Todo por vos. Todo por tu bien, por tu bienestar. Por tu felicidad plena, por tu propia valoración. Por tu persona, por tu actitud, tu presencia y tu autenticidad.
Doy todo también por tu liberación, por tu lucha y por tu cariño. Cómo no, por supuesto, también, por tu voluntad, por tu paz y por tu calma. Todo por tu placer, por tu creencia e idiosincrasia.
No creas que es una forma de decir, sino que en verdad doy todo, y soy capaz de todo, por tu optimismo, por tu cristalismo y tu pureza. Lucho como un soldado ante la maldad, la idiotez y la insensatez que contra vos puede combatir. No olvides jamás que estaré a tu lado para recordarte que la base de toda buena vida es mantener en pié las virtudes que hoy en día faltan en la sociedad: solidaridad, generosidad y respeto.
Todo por vos. Tanto doy que hasta soy capaz de desaparecer si es lo que necesitas. Tanto por vos, que a veces me equivoco y no logro expresarme. Doy todo, y pido perdón por dar tanto, que sé muy bien, debe ser insopotable. Es por eso que dudo si dar tanto, terminará significando dejar todo.
Los demás forman nuestro mundo. Recordalo. Y si queremos un mundo mejor, hay q propagar, expendir, y transmitir nuestras virtudes. Es decir, darle importancia, ayudar, y no dejar de ayudar. No hay cosa más hermosa. Ayudar. Para vos, para ellos, para tu alma, tu coraje y tu esencia.

Doy todo.

Dreadlock.

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