domingo, 5 de julio de 2009

Ese de ayer.

Ya no es ese de ayer que son solo una mirada, entendía mi intensión.
Puede que sea otro prisionero de la babylon que no lo libera, tiene sus alas clavadas en la pared, lleno de cadenas, pero solo para mí.
Sigue su vida, sigue su rumbo, pero sin mí, y se que no leería esto, ya que tanto se la pintaron, que hoy no estoy en sus cuadros.
Yo, principal artífice de su personalidad. Yo, principal persona de su infancia. Yo, principal compañía en momentos difíciles.
Ese mismo soy yo, el que hoy forma parte de un plano fuera de su visión. Tiene los ojos vendados, le muestran un mundo artificial, social, sin vida, sin el verde naturaleza, y cree que está bien.
Extraño a ese con el que un día llegamos a tener la conexión más grande que se puede sentir, extraño a esa persona que me cambió la vida e hizo q hoy sea lo que soy, extraño, en fin, algo tan importante como a mi mejor amigo.
Mientras yo me dedico a predicar la voz de Jah, es inevitable que haya otras que solo quieren lavarte el cerebro como sistema de control, de esclavización. Dicen que sos libre, una vez que tu cabeza se contamina y te encontrás limitado a lo que ellos quieren, cómo única opción impuesta.
Entonces, ¿qué es la libertad?.
Él ya no lucha como ayer, lo que quería cambió complatamente, sus ideas ya no son las nuestras, y ya no sé que hacer para que Jah le devuelva la vida, y se libere de toda esa fábrica de gente igual, con una pudredumbre del alma que no cesa de avanzar. Pero no me voy a rendir, devolveré todo eso que me llenó gracias a vos, y lo multiplicaré, lo repartiré, y yo sé que volverás, a vivir momentos como el de ayer, con los que realmente quieren lo mejor para vos, para tu mente y tu cuerpo.

Y sé que jamás leerá esto,
ya que su mente nueva impusta
no le permite escuchar la voz de Jah.

Dreadlock.

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