viernes, 10 de julio de 2009

Un reencuentro.

Un reencuentro es un desahogo, un momento único dónde tu actitud, tu expresión, tu forma de ser, se transforma para demostrar todo en un abrazo.
Ese abrazo con lágrimas en los ojos, ese abrazo con un temblor sin cesar. Fuerte como nuestra amistad, un abrazo sin igual.
Una noche, un momento, un lugar. Nuestro hogar, que es nuestro corazón, sin dudar.
Es que crece sin regar, crece con amor y unidad. Es que florece sin dinero, florece con cariño y esfuerzo.
Fue nuestra noche indiscutible, fue la noche en que cada cosa se dio como debía ser.
Todo lo que ocurrió así debía ser, imposible que sea de otra forma, y esa alegría de haberlo vivido junto a vos, vuelve, aunque no se pueda creer.

Dreadlock.

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