jueves, 4 de febrero de 2010

Mi Complemento.

Si alguna vez pensé que algo me faltaba, era esto.
Si alguna vez dije que la vida era fácil, faltaba esto.
Si alguna vez mencioné la palabra felicidad, fue porque no conocía esto.
Si alguna vez dije que nada mejor, ni nada peor, podía pasarme, fue porque no sabía sobre esto.

A veces la vida te da lo mejor en el peor momento, o te da lo peor en el mejor momento.
Una metáfora sin fin podría ser brindarte esta noche de tormenta la explicación de mi filosofía de vida.
Un laberinto sin salida podría ser también el intento de ilustrar la acción de su amor sobre mi pecho.
Ni el olfato de un lobo podría identificar la peste que tengo dentro del pecho entre tanta mugre, entre semejante impureza.

Tantos deseos, tanta fantasía, pero ninguna de verdad.
Tanta basura, tantas pesadillas, que se hacen realidad.

Es que tengo ganas de llorar, pero su mirada me da paz.
Y es que tengo ganas de terminar, con lo que jamás pude comenzar.
Será que no es para mí, la vida que me piden aquí.
Será que eres para mí, pero no me quieren allí.

Esto debería ser más fácil. Pero se hace imposible. Y cuando estoy donde quiero, lo imposible se hace común.
¿Por qué vivir limitado, donde las cosas que me hacen feliz no existen, y las cosas que me arruinan el cuerpo y la mente viven en comunión conmigo y la sociedad consumista?
¿Por qué no hay manera de subsistencia donde las cosas que me hacen feliz son tan simples como un día soleado y no puedo escapar de aquí?

Dreadlock.

No hay comentarios:

Publicar un comentario